Expertos consideran “prudente” fórmula de financiamiento para agenda social
Ante el aumento de déficit del gasto fiscal economistas en su mayoría apunta a la opción de endeudamiento por el bajo nivel de tasas.
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Existe consenso en el mercado en calificar de "prudente" y "razonable" la fórmula de financiamiento esbozada por el gobierno para llevar a cabo la agenda que busca aplacar el conflicto social que se generó por una serie de demandas sociales. Ayer el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, adelantó que los US$ 1.200 millones de costo de las medidas anunciadas por el Presidente de la República, Sebastián Piñera, serán financiados entre: reasignación de gasto (US$ 440 millones); mayor recaudación por impuestos a los personas de altos ingresos (US$ 160 millones). Pero el secretario de Estado asumió a su vez US$ 600 millones de déficit fiscal.
Para la senior director de soberanos de la clasificadora Fitch Ratings, Shelly Sheety, "las medidas propuestas para abordar las quejas sociales se están financiando prudentemente", esto tomando en cuenta que una parte se realizará a través impuestos (con el anuncio del nuevo tramo en el Global Complementario) y otra vendrá por la reasignación del gasto fiscal. Esto a su juicio "debería limitar las consecuencias para las finanzas públicas".
No obstante, advirtió que "existen riesgos a la baja en el camino actual de consolidación fiscal" por lo que continuarán monitoreando el impacto de las iniciativas "en la trayectoria futura de los déficits fiscales y la carga de la deuda pública". Y aseguró que "la posición fiscal de Chile es sólida en relación con sus pares".
A la espera de más detalles respecto de la manera en que el Estado asumirá el mayor gasto que impactará el déficit efectivo, la economista jefe de Banchile, Carolina Grünwald, comentó que "hoy está ganando fuerza la idea de endeudamiento dada las bajas tasas, como parte de la política monetaria moderna". Ante esto, hizo ver que el punto es tener claro que las deudas hay que pagarlas, lo que se debe hacer en línea con la disciplina fiscal definida.
Respecto de la necesidad de flexibilizar el compromiso fiscal aclaró que "no sé si hablaría de flexibilizar" y recordó que existen alternativas para "salirse" de la regla cuando hay eventos que "así lo ameriten" como ocurrió para la crisis subprime.
"Pienso que se podría complementar la regla con una de límite de deuda, por ejemplo. Como se hace en la mayoría de los países desarrollados. Chile es de los pocos que solo tiene una regla", señaló.
"Aritméticamente factible", fue el calificativo que dio el director del área de estudios de Moody's Analytics, Alfredo Coutiño, al referirse a que la mitad del financiamiento provendrá de deuda y la otra de será por reasignación del gasto fiscal y del nuevo tramo del impuesto Global Complementario para las personas de ingresos superiores a $ 8 millones. Pero advirtió que "el problema vendría" en el caso de que la mayor recaudación prevista o las reasignaciones no fueran según lo previsto. Esto porque implicaría que el déficit fiscal absorbería el faltante y con ello, se originaría un mayor desequilibrio en las cuentas del gobierno.
A su juicio lo aconsejable para el mayor endeudamiento sería utilizar parte de los recursos acumulados en los fondos de estabilización. De hecho, reforzó que estos se crearon "precisamente como fondos contracíclicos para capear los días lluviosos en la economía".
En tanto, la economista senior de LyD, Macarena García, hizo notar que saber de dónde se sacarán los recursos es "claramente" una decisión financiera y no política. Por lo que, la medida que se se adopte debe ser la que implique un menor costo financiero.
En tanto, sobre la opción de reasignación del gasto Coutiño, comentó está "entre las menos malas, ya que no es aconsejable seguir desequilibrando las cuentas fiscales".
Sobre el mayor déficit fiscal que asumió el gobierno que elevará el desequilibrio en dos décimas más como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) dijo que "bajo el esquema de la regla fiscal, el gobierno puede incurrir en mayor deuda, siempre y cuando se comprometa a presentar las medidas para hacer las correcciones fiscales en el futuro".
En la misma línea el gerente de estudios de Gemines, Alejandro Fernández, dijo que la composición de financiamiento anunciada "parece razonable" dado que el aumento en el déficit fiscal "es menor, lo que se justifica de sobra en las circunstancias actuales". En el caso de las reasignaciones, puso una señal de alerta en que es importante constatar que estas no afecten la inversión.
En el punto sobre qué opción debiera utilizar el Fisco para elevar el gasto indicó que lo preferible es "aprovechar la circunstancia de tasas de interés muy bajas para obtener el financiamiento y dejar los fondos soberanos para circunstancias más complejas". Una recomendación que también apoya el economista jefe de Tanner, Sergio Godoy.
En tanto, sobre la dificultad que pueda tener el gobierno para cumplir con la meta fiscal, Fernández dijo que no es un factor de preocupación "en la medida que esto sea temporal y se asegure el financiamiento de largo plazo del mayor gasto público permanente".
En este sentido el subgerente de asesoría económica de Econsult Capital, Mauricio Carrasco, hizo nota que lo importante es "entender que una buena regla es aquella que se cumple, por lo que si las revisiones responden sistemáticamente a la coyuntura, la regla deja de ser creíble y, en consecuencia, deja de ser útil".
Advirtió que "esto es pernicioso, ya que resta credibilidad a las finanzas del país, con impacto negativo en materia de financiamiento, entre otros".